Bilal El Abisinio
Bilal El Abisinio
Uno de los primeros en aceptar el Islam fue un esclavo abisinio llamado Bilal. Tradicionalmente, los africanos negros eran personas bajas a la vista de los árabes, quienes los consideraban de poca utilidad más allá del entretenimiento y la esclavitud. Cuando Bilal abrazó el Islam, su amo pagano lo hizo torturar salvajemente en el abrasador calor del desierto, hasta que Abu Baker, el amigo más cercano del Profeta, lo rescató al comprar su libertad.
El Profeta le asignó a Bilal la tarea de llamar a los creyentes para la oración. El adhán, oído desde los minaretes en cada esquina del mundo, desde entonces hace eco de las mismas palabras exactas recitadas por Bilal. Fue así como un esclavo, otrora de baja condición social, ganó un honor único como el primer muecín del Islam.
“Por cierto que hemos honrado a los hijos de Adán, y les hemos facilitado los medios para transitar por la tierra y por el mar; les hemos proveído de cosas buenas y los hemos preferido por encima de muchas otras criaturas”. (Corán 17:70)
Los románticos occidentales exaltan a la antigua Grecia como el lugar de nacimiento de la democracia[1]. La realidad es que, por ser esclavos y mujeres, a la vasta mayoría de los atenienses le era negado el derecho a elegir a sus gobernantes. A pesar de esto, ¡el Islam estableció que un esclavo podía ser un gobernante! El Profeta ordenó:
“Obedezcan a su gobernante, incluso si es un esclavo abisinio”. (Ahmad)
[1] La Democracia es una invención de Oriente Medio, vista por primera vez en la civilización de Ebla, en el tercer milenio antes de Cristo, y luego en Fenicia y Mesopotamia durante el siglo XI antes de Cristo. No apareció en Atenas sino hasta el siglo V antes de Cristo.